San Vicente de La Barquera: lo más característico de esta villa marinera es la puebla vieja, situada sobre una península y rodeada de una muralla. En ella destacan sobre las cumbres nevadas de los Picos de Europa la silueta del Castillo del Rey y la iglesia de Santa Maria de los Ángeles. Sus comercios, restaurantes y pescaderías hacen que sus calles siempre estén animadas.

Carmona: situado a pocos kilómetros de Puentenansa, este pueblo destaca por su arquitectura popular donde alternan casonas palacio de época barroca con casas más modestas, formando un bello conjunto rural muy bien integrado.

Barcena Mayor: uno de los pueblos más singulares de Cantabria, donde se tiene la sensación de que el tiempo se detuvo hace siglos. Sus calles, casas y puentes forman uno de los mejores ejemplos de la arquitectura popular cántabra. Sus restaurantes gozan de gran popularidad por sus platos de comida tradicional, aunque en cualquier pueblo del valle se puede comer igual de bien.

Tudanca: este pueblo no tan turístico como los anteriores, conserva la fisonomía y el trazado peculiar de la arquitectura rural del siglo XVII-XVII, en el que se combinan casas de labranza con casas como la de José María Cossío, (en la actualidad alberga un museo dedicado a tan ilustre escritor), en perfecta armonía. La carretera de llegada al valle es espectacular, estarás en la verdadera Cantabria profunda, donde todavía los turistas son pocos.

Santillana del Mar: villa medieval de gran interés turístico con destacados monumentos románicos y sus cuevas prehistóricas de Altamira.

Dejar el coche y perderse por sus calles, prestar atención a los detalles de las casas y a las miles de flores de sus balconadas, si es posible ir pronto o fuera de horas punta, ya que puede haber afluencia masiva de turistas.

Para que el viaje tenga más encanto coger la carretera comarcal CA- 131 después de pasar el gran puente de San Vicente de la Barquera y coger el desvío hacia las playas. Seguir la carretera a lo largo de la costa. Es una carretera estrecha y con más curvas pero también con mucho encanto y además tendréis la posibilidad de visitar Comillas.

Comillas: pueblo de veraneo de grandes burgueses de la época, mantiene sus importantes monumentos como el Capricho de Gaudí, La Universidad Pontificia, El Angél de Limona, La Iglesia Mayor. etc. La playa y los acantilados de la zona son de gran interés geológico y visual.

Potes: centro neurálgico del valle de Liébana y punto de paso para ir a Fuente Dé y Los Picos de Europa. Potes se encuentra en un valle rodeado por montañas que hacen que su microclima, su fauna y su paisaje sean diferentes del resto de Cantabria. Un paseo por sus calles empedradas y angostas te situará en el ambiente alpino de la zona.

Un poco más lejos de Potes está el monasterio de Santo Toribio de Liébana, famoso por su año Jubilar. También antes de salir del desfiladero de La Hermida os encontrareis con el pueblo de Lebeña, que tiene una iglesia con detalles mozárabes que refleja la influencia árabe en el norte de España.